Rosa, rosa y más rosa.

He de reconocer que una de las primeras coas que hice una vez que decidimos casarnos, fue tirarme de cabeza a las redes sociales y a Internet en general. Aquí la que escribe es adicta a todo, podría pasarme horas frente al ordenador. ¿Qué miro por la red? Un poco de todo, aunque según mis planes las páginas que miro se monotemizan.

Durante dos años puedo decir que mi vida en la red era por y para la boda. Siempre había algo que buscar, alguna foto que cotillear, algo que ver y gritar a mi chico ¡ven a ver esto que lo quiero para la boda! Y así una y otra vez.

Cada vez que buscaba algo en nuestro adorado Google, sea lo que fuera del tema boda salía la misma página. Siempre. Tú puedes poner boda tradicional o boda bajo el agua con banquete realizado en una roca debajo del mar que te salía esa página. Os lo aseguro. Eso es posicionamiento y lo demás son tonterías. Y claro, cuando una página te sale y te vuelve a salir no puedes hacer más que entrar en ella.

El día que me decidí a pinchar sobre ese resultado de búsqueda estaba yo allí, frente a mi pantalla blanca y de repente, todo se volvió rosa. Sí, daba igual a que parte de la pantalla dirigieras tu mirada, aquello era rosa. Decidí meterme por todos los rincones y descubrí que aquello, además de ser rosa, molaba mucho.

Era el foro de TodoBoda. Al menos ese es su nombre oficial porque realmente, todas hablamos de él como el foro rosa.

¿Qué había en el foro rosa? Mucha, mucha información. Y muchas, muchas chicas con ganas de compartir todo lo que descubren acerca de las bodas. Era un foro de novias y para novias. Y de casadas, por supuesto.

Recuerdo al principio como me tiraba horas y horas leyendo el apartado «Así fue mi boda». Apuntando ideas, emocionándome con aquellas crónicas de las chicas, riendo al ver sus sonrisas, viviendo su día. Y sí, puede sonar friky, os aseguro que yo también lo pensaba pero eso pasa, y muchas veces.

Después decidí meterme en ese apartado que correspondía a mi año de boda. Allí me pasaba tardes enteras compartiendo con otras chicas con las que, a priori, sólo nos unía el año de la boda y que tiempo después nos unirían muchas más cosas. Pasaba mi tiempo también en el apartado de Asturianas 2012 y ahí llegaron las quedadas, las primeras conversaciones y las primeras amigas. Hicimos casi sede nuestra esa cafetería dónde nos ponían tantos pinchos e íbamos a vernos unas a otras el día de la boda. Si alguna veía algo que le pudiera gustar a otra corría a contárselo, nos comprábamos cosas que nos harían falta, nos ofrecíamos otras prestadas y ante todo, pasábamos el estrés de los últimos días.

Esta conexión también llego a nivel nacional, y así es como de repente, sin darnos cuenta ni saber porqué, nos encontrábamos buscando pijamas por internet porque aquella chica de Valencia lo estaba buscando, o como te llegaba ese artículo que no había en tu ciudad desde Lugo. O como una persona gestionaba un macropedido de muñecos de tarta a Estados Unidos u otra agotaba la existencias de letras para los zapatos en una tienda para enviarlas a las demás chicas.

Poco a poco, compartíamos ideas, ayudábamos en lo que podíamos,nos contábamos nuestros problemas, nos reíamos con las alegrías y nos apoyábamos en los malos momentos. Aquello ya no era un foro, aquello era una familia.

¿Y lo mejor? Que siempre tenías algo por descubrir en esa pantalla rosa. Siempre había  algún apartado por el que no has pasado, o quizás no te paraste. De leer crónicas de otras chicas pasas a escribir tú la tuya para ayudar y dar ideas, de no pisar el apartado de mamás pasas a ser una fija para compartir tu experiencia o seguir las de las demás. De repente te sorprendes a ti misma colgando fotos de tu casa y leyendo las 20 respuestas que te han llegado para darte ideas de cómo decorarla, aparece alguna chica que se casa después que tú y le pasas toda la información que recabaste. O se pasa, fugazmente, aquella chica que se caso hace tiempo y cuya crónica marcaste como favorita para deciros que está bien.

Porque sí, no os voy a engañar, las chicas nos casamos y cada vez se va entrando menos al foro, pero os aseguro, que todas, en algún momento, volvíamos a abrir esa pantalla rosa. Volvíamos a casa. Y siempre había alguien esperándonos.

Yo no tuve weeding planner pero siempre digo que el foro lo fue.( Sin menospreciar ni valorar el trabajo de las weeding planner y que, a toro pasado, y según el tipo de boda que quieras realizar, considero indispensable). El foro y sus chicas. Me abrieron un montón de posibilidades, me enseñaron opciones para la boda, me dieron opiniones (éstas en ocasiones te lían pero son necesarias), me descubrían aquello que yo no conocía, me ayudaban en todo, estaban siempre disponibles y contestaban a las llamadas pidiendo ayuda. Buscaban recursos por debajo de las piedras, conseguían aquella vela para la ceremonia que tanto tiempo llevabas buscando, te mostraban sus toques de personalización en la boda. Iban a probarse vestidos y se acordaban de las que todavía no tenían, se probaban aquel vestido que otra forera le había pedido para sacarse fotos y ver el efecto puesto en una persona y no un maniquí.

Recuerdo el día de la compra de mi vestido cuando recibí un mensaje por la mañana que me decía: «Me he probado un vestido que para mí no es pero a ti te va a encantar». No me dijo el modelo pero horas después un vestido se cruzó en mi camino y lo tenía comprado. Le mande un mensaje diciéndole el modelo y sí, era ese. Nos conocíamos tan bien que podíamos elegir las unas por las otras.

¿Era o no una weeding planner el propio foro? Y al final, como ocurre con las buenas weeding planners, terminas tomándote algún que otro café con el paso del tiempo.