Sobres, sobres y más sobres.

Yo he sido mucho de enviar todas las cosas en sobres blancos…. Sobres blancos que como ya os conté en alguna que otra ocasión decoraba a mi gusto de aquellos años. Que oye, porque no se ha dado el caso pero si tuviera una recopilación de los sobres que he enviado sería una auténtica biografía y una descripción de mi : cuando me gustaba un chico, cuando descubrí los pilot de colores, cuando me dio por hacer lunares pintando la goma de arriba del lápiz, cuando dibujaba un código de barras, cuando era una carta de enfado y el sobre iba blanco… un mundo de sobres..!

Para las cosas más importantes me dejaba llevar pos los sobres de burbujas.. Esos que hasta hace nada se pedían con «dame un sobre marrón con burbujas» y ahora se piden con un  » dame un sobre con burbujas papel kraft» y la cara del señor del estanco que está pensando… «y está, de dónde ha salido ahora con lo del kraft» Y ese señor que dice «»esta moza lo que quier ye un sobre de los de cobrar de toa la vida bobu, que tan de moda…» Verídico. Recurrí a ellos en varias ocasiones. Recuerdo cuando me vine del pueblito bueno y me traje conmigo las llaves de casa de mi tío. Las envíe en un sobre kraft con burbujas y mi abuela al recogerlo llamo a mi señora madre para decirle «hay que ver lo bien preparadas que ha mandao la niña las llaves». Se había sorprendido la mujer…. Es la misma abuela que días antes había visto como mi prima me enviaba mis gafas de sol protegidas con paquetes de Bollycao… aquello era para verlo.

Y enviando cartas y decorando sobres llegaba la hora de encontrar sobres para mis invitaciones de boda… Y tenía claro que de sobres blancos pasaba. Mi futuro marido odiaba ya de aquella el kraft así que ni plantearlo. Planteé decorar los sobres yo… Y no hizo falta más conversación porque la mirada de mi chico me lo dejo todo claro. Vale, lo había pillado, había llegado la hora de comenzar la operación «sobres para nuestra boda»

No fue muy duradera está búsqueda. Un par de visitas a tiendas de papelería y comprendimos que por los sobres nos pedían un riñón y parte del otro. También entendimos que la mayoría vendían los sobres en packs de muchos, muchos sobres… y para nosotros que necesitábamos pocos nos sobraban. Podéis pensar, si necesitáis pocos pagarlos en la tienda de papelería aunque sean caros. No, el necesitar poca cantidad de una cosa no significa que paguemos de más. De aquella ya habíamos decidido que nosotros lo que queríamos era un sobre negro. Liso. Sin nada. Negro. Y sí, negro para una invitación de boda y sí, lo negro parecía imposible de conseguir.

Imagen

Y alguien me hablo de sobres.es . Y yo entré. Y vi aquello de «nuestros productos se venden uno a uno» y fui feliz.  Sabía que quería sobres negros sí pero no pude evitar echar un vistazo a todos (o casi todos porque oye, hay un porrón de sobres distintos) los productos de la web: diferentes formas, todos los colores que puedas imaginar, con ventanilla, sin ventanilla, con adhesivo, más grandes, más pequeños, sobres tipo bolsas de esos que nos gustan tanto a todas, para cds, tubos para enviar láminas…  Aquello si que es el paraíso de los sobres! Y a unos precios geniales desde la primera unidad. Vamos, que ya no sólo para las invitaciones de boda que puedes comprar sobres bonitos para todo!

Imagen

Te los envían a casa en un sobre acolchado de burbujas y puedo asegurar que llegan perfectamente. Además, suelen enviar algún que otro sobre de más porque ya cuentan con que quizás metas la pata al escribir alguno… ¡Están en todo!

Imagen

Y sí, no es una página bonita de esas por las que acostumbramos a navegar pero oye, ya dijimos hace tiempo que no sólo de webs bonitas viven las novias. Y las web útiles son muy, muy necesarias.

Y sí, las fotos son una porquería y están hasta desenfocadas.pero oye, son de hace dos años y por aquella, una no planeaba abrir un blog y tener que subir las fotos. Estas fotos no tenían más utilidad que enviarlas por wasap a mi señor, por aquella, novio para decirle que había llegado a casa. E inmortalizar la prueba (no muy buena por cierto) de la primera invitación que dimos.

Deja un comentario