9 días….

…faltan exactamente 9 días para que llegue una de las que para mi es, sin saber apenas nada de ella, una de las bodas del año.  Dentro de 9 días a estas horas no sé lo que estarán haciendo Marina y Alberto, probablemente estarán estirándose y quitándose las legañas para después empujarse mutuamente y gritar eso de ¡¡que hoy nos casamos!! Así es como me los imagino y como la que escribe aquí soy yo…. No me preguntéis porqué me los imagino así, no lo sé.

Dentro de 9 días estarán blancos y radiantes (es un decir, Mr. A tú no vayas de blanco por favor, que no me gustan los novios de blanco y sabes que soy fan tuya…  No me hagas eso!) o de color mint y tan felices…. con ellos nunca se sabe. Del color que sea pero radiantes.

Lo de estar radiantes no será nuevo en ellos, os aseguro que no hay foto de esta pareja que no estén radiantes… Ambos porque la «radiantiedad» también es cosa de pareja: uno está radiante y se lo transmite a la otra y viceversa. Os lo digo yo. Y estos dos son de los de estar radiantes al 100% y juntos.

Hace ya más de un mes que ambos cogieron su «radiantiedad»  (que ahora que lo vuelvo a escribir mira que suena a anti-edad pero nada que ver….) y se fueron de sesión preboda con la que tendrá la suerte (y sí, digo la suerte porque os aseguro que estar presente y fotografiar esa boda y a estos novios es una suerte) de capturar todo y más de su gran día, Toñi Olalla. Suerte y responsabilidad… porque lo pienso y ¡ofú! con todo lo que hemos visto que ha preparado esta onubense y consorte y lo que no nos han enseñado, porque estoy segura de que no han desvelado todo, Toñi tendrá un 21 de Junio más ajetreado que de costumbre para ver todo (y a todos!) a través de su objetivo.

Se fueron de preboda de las que a mi me gustan: naturaleza y novios. Un campo amarillo (que es como llamo yo a los trigales), un rincón de una de sus playas favoritas y rincones especiales que te trasladan a tu infancia (ya veréis la cabaña del árbol ya…) y ellos. No hace falta nada más…. No lo hace porque Marina y Alberto llenan todo con su presencia. Las fotos de su preboda transmiten felicidad, complementariedad, equipo, alegría, ganas de vivir, diversión, romanticismo, entrega, pasión, complicidad, amor del bueno (y hasta del malo que también es a veces necesario).

Transmiten que son pareja, que son amigos, que son colegas… Que lo son todo individual y conjuntamente, que ellos dos se comen el mundo y todo lo que se les ponga por delante…

Soy consciente de que he dicho que estas fotos transmiten muchas cosas… pero es que es así. ¿No me creéis? Pues echar un vistazo a las siguientes fotos y sonreír. ¿Por qué? Pues porque además de transmitir todo esto estas fotos hacen que sonrías cuando ves a estos dos guapos.

Yo prometo estarme callada el resto del post y sonriendo a este lado de la pantalla.

 

 

Si quieres ver más fotos pásate por Martina Se Casa y Toñi Olalla.